Lasaña de verduras: receta fácil y deliciosa

Receta ↓ Ángela Solar

Una delicia vegetal en capas, la lasaña de verduras es un plato que conquistará a todos en casa. Verduras frescas, salsa de tomate casera y una bechamel suave y cremosa se unen para crear una versión saludable y rebosante de sabor de este clásico italiano.

Si buscas una receta que sea tanto nutritiva como reconfortante, esta lasaña de verduras es la opción perfecta. Además, es una excelente manera de incorporar más vegetales en tu dieta sin renunciar al placer de un buen plato de pasta.

¿Quieres añadir un toque extra de sabor? Prueba a hacer tu propia bechamel para lasaña, es más fácil de lo que piensas y el resultado es incomparable. Y si te apetece explorar más opciones, no te pierdas esta lasaña de verduras sin pasta o la exquisita lasaña de calabacín y pollo.

Este plato no solo es delicioso y fácil de preparar, sino que también es perfecto para cualquier ocasión. ¿Te animas a probarlo?

Ingredientes esenciales

Para que tu lasaña de verduras sea un éxito rotundo, aquí tienes los ingredientes que no pueden faltar:

• Placas de lasaña – Tienes dos caminos: las que necesitan hervirse antes o las que puedes meter directamente en el horno. Si tienes prisa, las segundas son tu salvación.
• Salsa bechamel – Puedes simplificar con una versión de supermercado, pero te invito a probar a hacerla en casa. Verás que con un poco de paciencia, el resultado es insuperable.
• Queso rallado – No escatimes en él, busca uno que se derrita a la perfección y convierta la superficie en una tentación dorada y crujiente.
• Verduras al gusto – Este es el momento de ser creativo. ¿Qué tal unas berenjenas asadas o unos champiñones al ajillo? Escoge tus favoritas y dale ese toque personal a tu plato.

Preparación de las verduras

¡Hola, cocineros! Hoy vamos a hablar sobre cómo preparar las verduras para nuestra lasaña de verduras. ¿Sabías que esta receta me recuerda a mis clases de cocina en Italia? Allí aprendí a apreciar la importancia de usar verduras frescas y de temporada.

Comencemos por limpiar y cortarlas en trozos pequeños y uniformes. Esto ayudará a que se cocinen de manera uniforme y se integren perfectamente en nuestro plato. Una vez limpias y cortadas, puedes cocerlas al vapor o saltearlas en una sartén con un poco de aceite de oliva.

Si prefieres una opción más saludable, te recomiendo cocer las verduras al vapor. De esta forma, conservarán mejor sus nutrientes y su sabor natural. Sin embargo, si quieres potenciar su sabor, saltearlas es una excelente opción.

Una vez listas, puedes reservarlas para montar la lasaña. Además, puedes experimentar con diferentes tipos según tus preferencias o lo que tengas disponible en casa.

¡A disfrutar de esta deliciosa lasaña! Y recuerda, puedes acompañarla con una ensalada fresca o un poco de pan casero para completar tu plato.

Elaboración de la salsa bechamel

¡Hola, chefs! Ahora vamos a hablar sobre cómo preparar la salsa bechamel, el elemento clave para darle a nuestra lasaña de verduras esa textura cremosa y deliciosa.

Te confieso que la primera vez que intenté hacer bechamel, ¡fue un desastre! Pero no te preocupes, con un poco de práctica y siguiendo estos sencillos pasos, ¡lo conseguirás a la perfección!

Para empezar, vamos a preparar un roux básico. Un roux es una mezcla de harina y mantequilla que sirve como base para muchas preparaciones. En una sartén mediana, derrite 50 gramos de mantequilla a fuego medio. Cuando la mantequilla esté completamente derretida, añade 50 gramos de harina y remueve rápidamente con una cuchara de madera para evitar que se formen grumos.

Una vez que tengas una mezcla homogénea, cocina el roux a fuego lento durante 1-2 minutos para eliminar el sabor a harina cruda. No te preocupes si se tuesta un poco, ¡eso le dará un sabor más intenso a la salsa!

A continuación, vamos a añadir 500 mililitros de leche poco a poco, mientras removemos constantemente. La leche debe estar a temperatura ambiente para evitar que se formen grumos. Si prefieres una versión más ligera, puedes utilizar leche desnatada o incluso bebida de avena.

Una vez que hayamos incorporado toda la leche, añadiremos sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Para darle un toque especial, podemos añadir media cucharadita de cebolla en polvo o un poco de queso parmesano rallado a nuestra salsa blanca.

Cocina la salsa a fuego medio-bajo durante 5-10 minutos, o hasta que espese. Recuerda que la bechamel debe tener una textura suave y cremosa, así que no dudes en añadir un poco más de leche si es necesario.

Una vez lista, aparta la salsa del fuego y déjala enfriar un poco antes de utilizarla en la lasaña. ¡Y listo! Ya tienes una deliciosa salsa bechamel casera para darle a tu lasaña un toque de sabor inigualable.

¡Manos a la obra, es hora de montar nuestra lasaña! Recuerdo cuando era pequeña y mi abuela me enseñaba a hacerla en su cocina. Era uno de mis momentos favoritos.

Comenzamos poniendo una capa de placas en el fondo de una fuente para hornear. Personalmente, me gusta usar placas precocidas para ahorrar tiempo, pero si prefieres, puedes hervirlas antes.

Encima de las placas, añadimos una generosa capa de vegetales cocidos y salteados. No tengas miedo de mezclar y combinar tus favoritas! En mi caso, suelo usar berenjenas, calabacín y espinacas, pero tú puedes elegir las que más te gusten.

A continuación, vertemos una capa de salsa bechamel por encima de ellas. He de confesarte que soy una apasionada de la bechamel casera, pero si estás corto de tiempo, puedes usar una versión de supermercado sin problema.

Repetimos este proceso hasta agotar los ingredientes, terminando con una capa de salsa bechamel en la parte superior. Espolvoreamos queso rallado por encima y horneamos durante 30 minutos a 180°C, o hasta que esté dorado y burbujeante.

¡Y listo! Ya tienes una deliciosa lasaña para disfrutar en familia o con amigos.