Lasaña de calabacín y atún
¡Sorpréndete con la exquisita lasaña de calabacín y atún! Ligera, nutritiva y cargada de un sabor inigualable, esta receta es un giro saludable a la tradición italiana que te encantará. ¡Comer bien nunca fue tan fácil y delicioso!
Selecciona tus ingredientes más frescos y prepárate para disfrutar de un plato que se hará imprescindible en tu mesa. No te preocupes por el tiempo, en un abrir y cerrar de ojos tendrás un manjar listo para degustar. ¡La simplicidad nunca supo tan bien!
Explora más variantes como la ligera lasaña sin pasta, perfecta para una dieta balanceada. Y si el mar es tu sabor favorito, la sublime lasaña de salmón te espera para deleitar tus sentidos. ¡Disfruta cada bocado!
Por qué esta lasaña de calabacín y atún se convertirá en tu favorita
- Adiós a las pastas pesadas - Sustituye las láminas de pasta por calabacín y experimenta una cena deliciosa que te deja satisfecho sin remordimientos.
- Un toque de mar en tu mesa - Fresco y lleno de omega-3, invita a tu paladar a un viaje costero inolvidable, convirtiendo lo ordinario en extraordinario.
- Gratinado a tu gusto - Personaliza el gratinado con tu queso favorito y disfruta de una capa dorada que crujirá al primer corte, prometiendo un festín de texturas.
Ingredientes esenciales
Para esta lasaña versión ligera y rebosante de sabor, estos son los protagonistas que necesitarás:
- Calabacines – Elige los más frescos y firmes. Corta los calabacines en láminas al gusto, finas para una textura delicada o gruesas para un bocado más consistente.
- Atún – Opta por atún de calidad, ya sea en aceite o al natural, y déjate llevar por su jugosidad y sabor a mar que es el corazón de nuestro relleno.
- Queso rallado – Aquí entra en juego tu preferencia personal, desde un suave mozzarella hasta un intenso parmesano, para esa capa dorada que tanto nos gusta.
- Salsa bechamel – La cremosidad que une todos los sabores. Si prefieres una versión más ligera, no dudes en usar leche desnatada o una alternativa vegetal.
- Tomate frito – Cierra con broche de oro añadiendo ese toque ácido y dulce que equilibra el plato. Anímate a preparar un tomate frito casero y marcarás la diferencia.
Preparación de los calabacines
Esta receta se ha convertido en una de mis favoritas para sorprender a mis invitados con una opción ligera y saludable. ¡Vamos a prepararla juntos!
Una de las ventajas de utilizar calabacines en lugar de pasta es que reduces el contenido de carbohidratos y obtienes una textura más delicada y crujiente. Además, el sabor suave del calabacín permite que los sabores de la salsa bechamel sean los protagonistas.
- Comenzamos limpiando y cortando los calabacines. Utiliza un cuchillo bien afilado para cortarlos en láminas finas y uniformes a lo largo. Si prefieres una textura más crujiente, puedes optar por láminas más gruesas.
- A continuación, cocemos las láminas. Puedes hacerlo al vapor o asarlas en el horno. En ambos casos, asegúrate de que queden tiernas pero no excesivamente blandas para que conserven su forma en la lasaña.
¡Truco! Si decides asarlas en el horno, puedes añadir un poco de aceite de oliva y sal para potenciar su sabor.
Preparación del relleno
1. Escurrir y desmenuzar el atún
Asegúrate de escurrir bien el atún antes de desmenuzarlo. Esto ayudará a eliminar el exceso de líquido y evitar que tu relleno quede demasiado húmedo. Una vez escurrido, utiliza tus dedos o un tenedor para desmenuzarlo en trozos pequeños y uniformes.
2. Mezcla del atún con el queso rallado
En un bol mediano, combina el atún desmenuzado con el queso rallado. Ahora es el momento de dejar volar tu creatividad y agregar tus ingredientes favoritos.
Algunas opciones populares incluyen cebolla picada, pimientos, aceitunas, alcaparras, y albahaca fresca. Recuerda, menos es más, así que no sobrecargues el relleno con demasiados ingredientes.
Para un toque extra de sabor, considera agregar un chorrito de limón o una pizca de ajo picado. Estos ingredientes añadirán un sabor fresco y vibrante a tu relleno.
Montaje de la lasaña
¡Es hora de dar vida a tu espectacular lasaña de calabacín y atún! Siguiendo estos sencillos pasos, lograrás una presentación impecable y un sabor exquisito que dejará a tus comensales encantados:
- Capas bien definidas. Comienza colocando una capa de calabacín en la base de tu fuente de horno. Luego, agrega una generosa cantidad de relleno y distribúyelo uniformemente. Encima pon el tomate frito. Para sellar los sabores, termina con una capa de salsa bechamel.
- Repite las capas. Una vez lista la primera, repite el proceso anterior hasta agotar los ingredientes. No olvides terminar con una capa de salsa bechamel para darle una apariencia atractiva.
- Gratinado crujiente. Espolvorea abundante queso rallado sobre la última capa de bechamel. Esto le dará a tu plato un toque crujiente y delicioso que hará las delicias de todos.
- Horneado. Hornea en un horno precalentado a 180°C durante 20-25 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante. Deja que repose unos minutos antes de servir para que se asiente y sea más fácil de cortar.
- Presentación atractiva. Sirve tu preparación en platos individuales y decora con un poco de perejil fresco para darle un toque de color y frescura. ¡Buen provecho!
Receta
Lasaña de calabacín y atún
Tiempo de preparación: 45 minutos
Una deliciosa y ligera alternativa a la lasaña tradicional, perfecta para disfrutar en cualquier ocasión.
Ingredientes
- 3 calabacines grandes
- 2 latas de atún en aceite de oliva (120 g cada una)
- 200 g de queso rallado (mozzarella o parmesano)
- Para la salsa bechamel:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina
- 500 ml de leche
- Sal y pimienta negra al gusto
- Nuez moscada rallada (opcional)
- 200 g de tomate frito casero
Instrucciones paso a paso
- Precalienta el horno a 200°C (180°C con ventilador) y prepara una fuente para hornear.
- Limpia los calabacines y córtalos en láminas finas a lo largo con un cuchillo afilado o una mandolina.
- Cocina las láminas de calabacín al vapor o asa ligeramente en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que estén tiernas.
- Escurre el atún y deshazlo en un recipiente. Añade la mitad del queso rallado y mezcla bien.
- Para preparar la salsa bechamel, derrite la mantequilla en una cazuela a fuego medio. Agrega la harina y remueve para formar un roux.
- Ve incorporando la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una salsa suave y espesa. Sazona con sal, pimienta negra y una pizca de nuez moscada rallada (si lo deseas).
- Comienza el montaje en una fuente para hornear engrasada. Coloca una capa de calabacín en el fondo, seguida de una capa de relleno, una capa de tomate frito y una capa de salsa bechamel.
- Repite el proceso con el resto de ingredientes, terminando con calabacín, salsa bechamel y el queso rallado restante.
- Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.