Lasaña de queso y jamón: receta sencilla
Imagina el aroma a queso fundido mezclado con jamón saliendo de tu horno, eso es lo que te espera con esta lasaña de queso y jamón.
Capas de pasta intercaladas con jamón suculento y queso derretido, ¿puede haber algo más reconfortante? Esta lasaña no solo es un deleite para el paladar, sino también una promesa de sonrisas en la mesa.
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Prepara esta sencilla lasaña y conviértete en el héroe de las cenas familiares. ¡Es hora de cocinar!
Ingredientes necesarios
¡Vamos allá con los protagonistas de nuestro delicioso plato! No te pierdas detalle, cada uno aporta su magia.
- Placas de lasaña - ¿Prefieres las placas precocidas o las que hay que hervir? Yo soy más de las segundas, ¡me encanta esa textura al dente!
- Jamón cocido - Aquí no hay medias tintas, busca uno que sea jugoso y con un sabor que te transporte directamente a la infancia.
- Queso rallado - ¿Y qué me dices de él? Yo no escatimo, me gusta que sea generoso y fundente, que cree esos hilos irresistibles al servir la lasaña.
- Bechamel - La clave está en la nuez moscada, ¿no crees? Le da ese toque casero que tanto nos gusta.
- Tomate - Casero o de bote, pero de calidad, ya que es el alma de la lasaña.
Preparación de la salsa bechamel
¡Vamos a por el secreto mejor guardado de esta receta! La bechamel es la salsa perfecta para acompañar nuestra preparación, y te aseguro que hacerla en casa es mucho más sencillo de lo que piensas.
Para empezar, derrite la mantequilla en un cazo a fuego medio. Cuando esté completamente derretida, añade la harina y remueve bien hasta que esté completamente integrada.
A continuación, ve incorporando la leche poco a poco, sin dejar de remover. ¡Este es el truco para evitar grumos! Yo prefiero usar leche entera, pero si quieres reducir las calorías, puedes usar leche desnatada sin problema.
Una vez que hayas incorporado toda la leche, añade una pizca de nuez moscada y sigue removiendo hasta que la salsa espese. ¡Ese toque de nuez moscada le da a la bechamel un sabor casero y delicioso!
Montaje de la lasaña: ¡es hora de darle forma a nuestro manjar!
Ahora que tenemos todos los ingredientes preparados, ¡es hora de montar nuestra deliciosa lasaña de queso y jamón!
Siempre recuerdo las tardes de domingo en casa de mi abuela, viéndola preparar la lasaña con tanto cariño. Esas capas de pasta, tomate, jamón y bechamel se combinaban a la perfección... ¡qué recuerdos!
Empezamos colocando una capa de placas de lasaña en el fondo de una fuente para horno. Si prefieres las placas precocidas, ¡adelante! Pero si eres como yo y te gusta esa textura al dente, ¡opta por las que hay que hervir!
A continuación, añade una capa de salsa de tomate, seguida de una capa de jamón cocido. ¿Cómo lo prefieres, más jugoso o más seco? Yo siempre busco uno que sea jugoso y con un sabor que me transporte directamente a la infancia.
Por último, agrega una generosa capa de bechamel, ¡recuerda que es la salsa estrella de esta receta! Si prefieres cambiarla por otra, ¡adelante! Pero te aseguro que le da un toque casero y delicioso.
Y no olvides el queso rallado, ¡es fundamental! Añade una capa entre las capas de ingredientes y otra por encima. Me encanta cuando se gratina y crea esos hilos irresistibles al servir el plato.
Horneado y presentación: ¡el momento de brillar!
¡Ahora llega el momento más emocionante! Precalienta el horno a 180ºC y prepara tu fuente de hornear con un poco de aceite o mantequilla para evitar que se pegue.
Desliza la fuente con la lasaña en el horno precalentado y hornea durante 25-30 minutos, o hasta que esté dorada y burbujeante. ¡Ese es el momento perfecto!
Mientras se hornea, puedes preparar la mesa y pensar en la mejor manera de presentar tu deliciosa lasaña. Personalmente, me encanta servirla directamente en la fuente de hornear, ¡es una forma perfecta de conservar el calor y la textura!
Siempre recuerdo cuando mi madre preparaba la lasaña en casa, solía decorarla con un poco de orégano fresco justo antes de servirla. Era una forma sencilla de darle un toque especial y aportar un poco de color a la presentación.
Así que, cuando saques la lasaña del horno, ¡no dudes en darle tu toque personal! Puedes añadir un poco de perejil fresco, orégano o incluso unas hojas de albahaca. También puedes espolvorear un poco de rallado extra por encima para lograr un aspecto aún más tentador.
Receta
Lasaña de queso y jamón
Tiempo de preparación: 45 minutos
Una receta clásica y deliciosa que conquistará a tu familia y amigos.
Ingredientes
- 250 g de placas de lasaña
- 200 g de jamón cocido
- 200 g de queso rallado (mozzarella o mezcla para gratinar)
- Para la bechamel:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina
- 500 ml de leche
- Una pizca de nuez moscada
- Sal al gusto
- Para la salsa de tomate:
- 500 ml de salsa de tomate casera o de bote
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones paso a paso
- Precalienta el horno a 180ºC (arriba y abajo).
- Comienza preparando la bechamel: derrite la mantequilla en una cazuela a fuego medio, agrega la harina y revuelve hasta lograr una mezcla uniforme. Agrega la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una salsa espesa y suave. Sazona con sal y nuez moscada.
- Cocina las placas según las instrucciones del paquete. Escúrrelas y reserva.
- En una fuente para horno, extiende una capa de placas de lasaña, cubriéndola completamente.
- Coloca una capa de salsa de tomate. Añade una capa de jamón cocido y luego una capa de bechamel.
- Espolvorea generosamente con queso rallado y repite el proceso con otra capa de lasaña, salsa de tomate, jamón, bechamel y queso.
- Finaliza con una capa de rallado por encima.
- Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que esté dorado y burbujeante.
- Deja reposar unos minutos antes de servir para que se asiente y sea más fácil de cortar.